El día 21 de marzo, se inauguraba la escuelita de Barranca Honda, una de las comunidades que viven en una finca de Hule (caucho que extraen de los árboles para la exportación y elaboración de cauchos y demás variantes.) Es una comunidad de unas treinta Familias al lado de la carretera que va hacia Malacatán, a unos 5 minutos de S. Pablo en carro.
Gracias a un primo de Rodolfo, y al trabajo arduo de este, se ha podido llevar a cabo esta escuelita, que está teniendo muy buena aceptación por parte de la comunidad que ha trabajado en horas extras y con su gran esfuerzo para que sea una realidad. Faltan muchas cosas , pero poco a poco y con la ayuda de otros agentes externos esperamos se puedan ir realizando las cosas que faltan para que tengan unas condiciones más humanas y dignas para todos.
Aquí vemos la escuela de Barranca Honda. Gran ayuda hemos tenido por parte de la Municipalidad, del supervisor del estado y demás personas implicadas en esta escuela. No hay duda que gracias a la comunidad y al gran trabajo supervisado por Rodolfo, se ha podido realizar este sueño.
Ahí estamos presentes acompañando este evento.
Las muchachas alquilan esos vestidos típicos, que tanto les cuesta poder llevar en la vida normal pues no sienten esa cultura.
La cultura Maya de donde proceden la mayoría de los guatemaltecos, está poco asumida en muchos grupos, que incluso se sienten mal ante la sociedad de ladinos y criollos que los han tratado de inferiores a los indígenas. Incluso en la época de la violencia son los que más han sufrido, en un intento de eliminarlos.
Hoy se van valorando entre ellos algo más e incluso en algunas regiones ya tienen la escuela bilingüe. Todavía los indígenas que van a estudiar a las universidades, procuran no sentirse inferiores a los demás, e incluso ya no quieren vestir según sus costumbres y tradiciones. Les da pena decir que son de esta u otra etnia.
Aquí vemos a los niños en la nueva escuela. Todavía les faltan pupitres que ya van recibiendo ayudas para ello, para la luz eléctrica, para los baños y servicios externos etc… cosillas que van saliendo.
Quiera Dios que estas obras, no nos impidan seguir promocionando personas libres, capaces de seguir auto gestionando sus vidas y proyectos. Siento que podemos caer en asistencialismos y paternalismos, que a la larga se verán, pues es peligroso crear dependencias en estas y otras cosas. También en las celebraciones, cursos y talleres. Es urgente siempre evitar quedar de “ los buanas” en obras, en celebraciones, en talleres y demás.
No quisiera caer en la trampa de muchos misioneros, que han dejado muchas obras, pero que al irse no han sido capaces de seguir manteniendo las instalaciones y los medios que necesitan porque no se ha generado autogestión, promoción y capacidad de trabajo en común de forma desinteresada y solidaria.
Esperemos que queden algunas semillas de vida solidaria, de vida más digna, más fraterna y más evangelizada. Sigamos sembrando las semillas del Reino, aún con algunos errores de agricultura.
Un abrazo
Chema sds.