Solidaridad con Guatemala-Terremotos

ESTE MES DE FEBRERO DEL 2013 LA MISION HA ESTADO CENTRADA EN LA SOLIDARIDAD CON LOS DAMNIFICADOS POR EL TERREMOTO DEL 07 DE NOVIEMBRE DE 2012.
CABE DESTACAR EN ESTE MES DE FEBRERO EL CUMPLEAÑOS DE SANTI EL 19. NUESTRAS MAS SINCRAS FELICITACIONES Y QUE EL SEÑOR LES SIGA ILUMINNDO Y ACOMPAÑANDO EN LA MISIÓN DE LA FORMACION DEE AGENTES DE PASTORAL Y EN LA COMUNIDAD SALVATORIANA DE S SEBASTIAN.
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http://www.amsala.org/verdochtml.php?filnavn=datos/docsinfo/terremoto_guatemala_2012_reconstruccion.html

YA ESTAMOS EN MARCHA, MANOS A LA OBRA¡Ya estamos en marcha, manos a la obra!; hemos comenzado la construcción de 17 casas gracias a la
solidaridad y generosidad de todos ustedes.

Cuando vamos a visitar cómo van las construcciones todos están manos a la obra, adultos, jóvenes,
mujeres y niños, cada uno en la medida de sus posibilidades, con sus tareas bien asignadas, con mucha
ilusión y alegres de ver una puerta que se abre al futuro; están construyendo con sus propias manos, con
su esfuerzo, su propia casa, su hogar. Tal vez no es la casa soñada, grande, amplia, lujosa, de dos niveles
con terraza, pero es una casa, su casa, su futuro hogar, su refugio y más que todo su seguridad, su cobijo
en las frías noches, el hogar de compartir y convivir que reúne a todos como familia.

Agradecemos el trabajo de las directivas, de la Comisión de valoración del proyecto ¡cuántas horas y
días, dejan su trabajo, su tiempo de descanso, su tiempo de familia, para visitar las familias afectadas,
cargar y descargar materiales, aportar un día completo de trabajo!

Cada block que se levanta carga una historia personal y familiar. En cierto que en algunos casos surgen
enfrentamientos y envidias (los guatemaltecos y los pobres somos también humanos), entre las propias
familias, por qué a ti sí y a mí no; por supuesto, no para todos somos justos ni tomamos las mejores
decisiones, las más justas; por supuesto que también somos criticados, a veces a escondidas, a veces
abiertamente, porque es difícil saber si acertamos o no en la elección de las familias, de las mayores
urgencias y necesidades… siempre con el miedo de equivocarnos… quién es juez, quién puede juzgar y
decidir con equidad y sabiduría, sin interés, sin prioridades, sin afinidades…

No queremos que las ayudas que reciben las familias beneficiarias sean mero asistencialismo o
paternalismo, por eso, a cada familia, se ha pedido y exigido un aporte en materiales del 30% del costo
de la vivienda; y en el caso de matrimonios o parejas jóvenes estamos exigiendo escritura del terreno a
nombre de los dos, velando por la seguridad de las mujeres y de los hijos, intentando crear conciencia
del valor, la dignidad y la igualdad de la mujer.

Dificultades, muchas, por supuesto. A veces es difícil hacer entender a las familias beneficiarias que su
casa forma parte de un proyecto más grande, que igual que aceptan y reciben nuestra ayuda, también
deben respetar las normas y condiciones del proyecto, por ejemplo, número de cuartos, medidas de los
mismos, tamaño de ventanas y puertas, altura de paredes, etc.

La noticia se extiende, corre, vuela, las construcciones iniciadas son bien visibles a los ojos de todos,
de la comunidad entera: “mira, los hermanos están construyendo”, “están dando ayudas”, “vamos a
ver”, como dicen muchos, “por hablar no se ofende”. Y no pueden imaginarse el diario visiteo en la casa
parroquial, y a las directivas de las comunidades, familias jóvenes, madres solteras, ancianos o inválidos,
todos desesperados, pidiendo, rogando, llorando algunos, contando su historia familiar y personal, sus
desventuras, a veces sus miserias… mil historias, historias reales, vividas, muchas veces sufridas, dramas,
casi siempre solos, y muchas veces en silencio impotente y desesperanzado.

Y por supuesto no faltan los “aprovechados”, los “oportunistas”, los acostumbrados a pedir para sí
mismos, incapaces de ver las necesidades de los demás, ajenos a esas otras mil historias, aunque las
tengan al lado de su casa e incluso en su propia familia, sin reconocer y agradecer la suerte que tienen
en comparación con otros… Y de nuestra parte, intentando crear conciencia: cuántas veces a más de uno
le he dicho véngase conmigo, acompáñeme a ver con sus propios ojos lo que ven mis ojos, a hablar con
las familias que yo hablo para que puedan ser conscientes de su situación real frente a la de los demás,
agradecidos de su suerte. Pero no todos son conscientes ni quieren ver más allá.

Nuestro trabajo no es tanto de “construir” o “supervisar” las construcciones, sino de crear conciencia,
solidaridad, de aprender a mirar fuera de nosotros para ser capaces de ver la necesidad del otro,
construir comunidad, construir familia, a veces tan desunidas y desintegradas por la pobreza, la
migración, la violencia familiar…

Es un trabajo de intentar hacer equipo o trabajar en equipo entre las directivas de nuestras
comunidades, que aprendan a pensar juntos, a favor del interés común, tomar decisiones de común
acuerdo, por encima de intereses personales, particulares, afinidades o envidias o recelos (que también
los hay).

Todavía hay 4 familias que no han empezado a construir; en unos casos por la dificultad de conseguir
escritura del terreno, en otros, el aporte que les corresponde como beneficiarios.

Cada casa es una historia familiar o personal, alegrías, tristezas, sueños, ilusiones… ¡cuántas veces me
sorprendo a mí misma preguntándome cuál será el futuro de estos niños, cuáles son los sueños de Dios
para estos hijos suyos!

Entre las casas que aún no se han iniciado está la de Tomás Fernando y su esposa Miriam. Una historia.
Tomás estuvo en los Estados Unidos, allí dejó 2 niños con una mujer; acá se casó con Miriam con quien
tiene 2 hermosos hijos, pero…. Tomás inició a tomar drogas allá en los EEUU y hoy reconoce su debilidad
por el alcohol. Cuando hablé con él me confesó que llevaba 2 meses bebiendo a diario; impresionaba su
rostro enrojecido, ojos fuera de sí. Ahora lleva una semana sin beber, y está intentando juntar la arena y
el piedrín que necesita para iniciar la casa de su familia… ¿será? ¿Conseguirá construir un futuro para su
esposa y sus hijos? Confiamos en las fuerzas que Dios le dé y el apoyo de todos nosotros. Apostamos por
él.

Y también apostamos por Luz de María y sus hijos; su esposo apenas se mantiene en la casa, ausente,
borracho, incapaz de ocuparse y preocuparse de su familia. Luz de María es el rostro de la impotencia,
de la debilidad, de lo que yo llamo pobreza humana, incapaz de luchar, derrotada antes de comenzar la
batalla, es el rostro humano de la desilusión… queremos ayudarle pero ella es incapaz de aportar la parte
de material que le corresponde, pero apostamos por ella; y sus hijos tendrán su propia casa.

Y otra historia, la de Mercedes, viuda, casi ciega, sin apenas poder defenderse ella misma, pero cuidando
y educando a sus 2 nietos huérfanos, hijos de madre soltera que falleció hace 2 años.

Lo importante es que cada casa, cada block levantado tiene para nosotros y a través de las fotos también
para ustedes, un rostro humano, una sonrisa, una lágrima, una decepción o una ilusión…. Y ustedes, con
su ayuda, con su buen corazón, son parte de estas historias humanas, del desarrollo humano y social
de nuestras comunidades. Gracias de parte de los beneficiarios, de las familias; gracias de nuestra parte
como promotores del proyecto y sobre todo gracias de nuestro Dios que seguro nos mira a todos con
una gran sonrisa, feliz de ver entre sus hijos una expresión del Reino que sueña para todos sus hijos.

Con su ayuda construimos hogar, familia, comunidad, parroquia. Construimos solidaridad, gratuidad,
sueños, en definitiva, ESPERANZA. A todos y a cada uno de ustedes GRACIAS. Como dicen los lugareños,
no tenemos con qué agradecerles, pero Diosito lindo se lo recompensará. No lo duden.

20 de Febrero de 2013

Mª Ángeles Molina
Salvatoriana laica

http://www.amsala.org/verdochtml.php?filnavn=datos/docsinfo/terremoto_guatemala_2012_reconstruccion.html
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