AGRADEZCO DE CORAZON A NUESTROS AMIGOS Y HERMANOS DE GUATEMALA QUE LABORAN HACIENDO POSIBLE MAS RESPIRABLE , HUMANO Y VIVIBLE EL EVANGELIO DE CADA DOMINGO. MIL GRACIAS. QUE NOS SIRVA PARA MEJORAR NUESTRAS VIDAS. Chema sds.
: La mejor parte es de los dos
Narrador Jesús, con sus discípulas y discípulos, entran al pueblo llamado El Rosario. Al verlos llegar, toda la población se va tras ellos. Entonces una mujer llamada Marta, les recibe en una galerita que cubre el patio de su casa. Como ya es costumbre, los varones se sientan rodeando a Jesús y las mujeres se van a la cocina a preparar la comida.
Marta Vengan, hay que encender el fuego.
Bety Nosotras ya traemos la masa para las tortillas.
Ana Aquí traemos unos pollos…
Narrador En unos momentos, el área de la cocina, así como el patio de atrás, se llenan de ruidos de trastos, risas, cantos, voces…
Narrador Marta tiene una hermana llamada María, que junto con unas pocas mujeres, se sientan a los pies de Jesús y se quedan escuchando su palabra. Marta, agobiada por tanto trabajo, se acerca a Jesús y le dice:
Marta Señor, ¿no te importa que mi hermana y éstas otras, nos hayan dejado solas para atender a tanta gente? Diles que nos ayuden.
Narrador Pero Jesús le responde:
Jesús Marta, Marta, tú siempre andas preocupada y te pierdes en mil cosas: Si no tienes qué hacer, te lo buscas y no te detienes a escuchar, a alimentarte con mis palabras, a integrarte en la comunidad. Una sola cosa es necesaria. María ha elegido la mejor parte, y no se la quitarán.
Narrador Esto hizo que algunos de los hombres le dijeran a Jesús.
Eduardo Maestro, ella tiene razón, no ves cómo se afanan las mujeres en la cocina. Se ve que hacen falta manos para alistar el almuerzo. Envía a estas mujeres a donde deben estar. Así no nos distraen y podemos escucharte.
Ana Oigan eso, en mi pueblo eso se llama “machismo”.
Eduardo ¿Machismo? Es la ley de Dios. Las mujeres son inferiores.
María ¿Ley de Dios? Es la ley de los hombres, impuesta por la fuerza.
Eduardo Los hombres somos de la calle y las mujeres de la casa. Ustedes andan por ahí de libertinas, se meten en todo y hasta quieren hacer los trabajos de los hombres.
María Porque muchos hombres son irresponsables y no quieren trabajar. Otros han abandonado a sus esposas e hijos. Y algunos hasta les pegan y les quitan lo que ganan.
Eduardo Las mujeres deben someterse a sus maridos, como dijo Pablo.
María Pablo nunca quiso decir que hay que aguantar las injusticias.
Ana Y además, ahora estamos en otros tiempos.
Jesús Mi Padre nunca ha querido que unas personas se crean superiores a otras. Creó a todos y todas con la misma dignidad y derechos.
Juan Es cierto. Pablo también escribió: “Ya no hay diferencia entre judío y griego, entre esclavo y hombre libre; no se hace diferencia entre hombre y mujer, pues todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús.” (Gál 3:28)
Ana Lo que pasa es que las mujeres hemos ido descubriendo nuestro lugar en la sociedad y ahora los hombres se sienten inseguros.
María Sí, y en vez de reconocernos y buscar su nuevo lugar, responden con agresividad o peor aún, quieren mantener sus privilegios con violencia.
Ana Por eso hay tantos asesinatos de mujeres, porque el desarrollo que hemos alcanzado les hace sentir su pequeñez y eso no lo soportan algunos.
Juan El ideal es que cada quien se desarrolle como persona y haga fructificar los dones que Dios le dio. Y si se hacen pareja, que se complementen y se ayuden a crecer mutuamente en el amor.
Eduardo Pero ya nos desviaron del tema. Si no hubieran venido las mujeres, estaríamos tranquilos escuchando la Palabra del Señor.
Pedro Es cierto, esto ya se volvió una discusión. Mira, Jesús, mejor diles a las mujeres que se vayan a la cocina a ayudar a Marta y que nos dejen escucharte tranquilos.
Narrador Jesús les mira con seriedad y les dice:
Jesús ¿De qué sirve que se pasen todo el día oyendo, si no aprenden nada? ¿Para qué escuchan mis palabras, si no las ponen en práctica? ¿No hablamos siempre de solidaridad, de amor, de igualdad de derechos y de responsabilidades? Pues entonces, ahora les toca a todos ustedes ir a partir la leña, acarrear el agua, hacer las tortillas, el caldo y el fresco…
Pedro ¡¿Nosotros?! ¡Esa es tarea de mujeres!
Jesús Porque los hombres se la han impuesto a ellas.
Eduardo Pero nosotros trabajamos fuera de la casa, llevamos el sustento.
Ana Algunos sí, pero en muchos casos trabajamos fuera los dos y de todas formas nos dejan a nosotras las tareas de la casa.
María Y en otros sólo llegan cuando saben que ella ha ganado algo, para quitárselo y hasta dejan sin comer a sus hijas e hijos.
Jesús En realidad los hombres también deben cocinar, lavar platos y ropa, asear la casa, sobre todo educar a sus hijos… eso es tarea de ambos. Y con eso hacen crecer la justicia, la equidad y el amor.
Narrador Al escuchar esto, se levanta un gran murmullo. Luego Jesús dice:
Jesús ¡Vayan, pues, a hacer vida la Palabra! Digan a Marta y a todas las mujeres que vengan a sentarse a mi lado, mientras ustedes terminan de preparar el almuerzo.
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