SEMBRAR CON GENEROSIDAD

Sembrador Incansable

Padre amoroso y bueno,

sembrador incansable de los tiempos,

tu que desde el principio del mundo,

cuando todo era caos y oscuridad,

saliste a los caminos de la historia

con tu costal repleto de semillas generosas

y fuiste repartiendo con paciencia

los gérmenes fecundos de una vida nueva.

No nos dejes caer en la tentación

de hacernos caminos resbalosos

que no recogen en su seno

las maravillas infinitas

de tu exuberante creación.

Señor Jesús,

semilla primordial,

tu que sabes de siembras dadivosas,

de dar sin recibir,

de amor hasta el extremo,

enséñanos a estar dispuestos

para acoger tu vida

que explota hasta nosotros.

No nos dejes caer en la tentación

del crecimiento fácil y veloz

que brota sin raíces

y muere prematuro

sin ofrecer al mundo

su cosecha amanecida de belleza.

Espíritu de sabiduría,

luz que penetras las almas,

e iluminas sin descanso

nuestras oscuras tinieblas,

haz germinar en nosotros

la Palabra de la vida.

No nos dejes caer en la tentación

de ahogar en nuestro surco

la semilla humilde y débil

que crece vacilante

en medio de las preocupaciones,

las riquezas y placeres de la vida.

Dios uno y trino,

que sigues repartiendo tus semillas

con paciencia sin fronteras

y la libertad del viento,

ayúdanos a ser tierra buena,

que se abre a tu Palabra

para recibir sin condiciones

tu semilla siempre nueva.

Hágase tu voluntad en nuestra tierra

y danos un corazón perseverante,

para ofrecer al mundo

los desbordantes gozos

de una cosecha centuplicada

que salte con la alegría

de la espiga agradecida.

Amén


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