Carta a mis amig@s de venezuela

Madrid Agosto del 2009.
Mis queridos amigos, Familias y hermanos, hermanas de Nuestra querida Parroquia Nuestra Señora del Carmen…
Gracias por acordaros de mi con algunas cartas. Gracias por vuestro cariño y aprecio. Les escribo a todos por este medio, a todos les quiero y les llevo en el corazón.

Espero que al recibo de esta carta se encuentren bien, y que la Paz del Señor Jesús presente en sus vidas, les mantenga alegres en la fe y en el amor, y en medio de las dificultades, incomprensiones y desprecios, sepan, que a la sombra de la cruz, abrazando la cruz de Cristo, que sufrió por amor, a nosotros, y ante el sufrimiento de tantos hermanos y hermanas nuestros que mueren de hambre, de esclavitud, persecución y violencia, El Señor nos hará experimentar que él es nuestra fortaleza y la sabiduría que necesitamos para seguir adelante.
Me han llegado noticias, del abandono e incomprensiones, malos entendidos que han tenido con mis hermanos salvatorianos. Pues sepan que el Señor nunca nos abandona, que la viña, la parroquia no es nuestra, es del Señor, y a todos nos invita a trabajar en su viña, con generosidad y amor oblativo, aceptando a las personas como son, perdonando las miserias humanas y con paciencia fraterna, y esto solo será posible con mucha oración personal y comunitaria, celebrando la Fe y haciendo el bien a nuestros hermanos más necesitados desde la solidaridad.
Oren pos sus sacerdotes, trabajen sin miedo en la Viña del Señor y abracen la cruz, en la esperanza de que al morir a nuestros intereses y afectos, habrá nueva vida y dará sus frutos.
Yo doy gracias a Dios y a ustedes por el cariño, aprecio y comprensión que he recibido, a pesar de mis debilidades y muchas faltas de amor, de no haber sabido darme al estilo de Jesús y no haber sabido enseñarles que Trabajamos para El Señor, para construir su reino, y que eso es lo más importante. Pero el Espíritu de Jesús, las escuelas de formación, su palabra de vida, siempre serán luces y medios para que sigan sembrando la vida de Fe encarnada, la familia cristiana como fuente de solidaridad, y forman comunidades cristianas guiadas por el Espíritu Santo.
Ya no sirve quejarnos, sino asumir con perseverancia y alegría el mensaje recibido.
Lean en las comunidades y en Familia el C. 12 de Romanos del 1-21. Si oramos, meditamos y vivimos esta palabra del Señor, veremos muchos frutos en nuestras vidas , Familias, comunidades y en la Parroquia.
Y sepan que están siempre presentes en mis oraciones y en mi corazón.
Que el Señor les Bendiga y Nuestra Madre María sea siempre la compañera de camino.
Les quiere de corazón
Chema sds.


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