Como todos los domingos que podemos, salimos de excursión el Grupo que vivimos en la Casa de Santiago. Que mejor para preparar el Adviento, que ir a este lugar que evoca el Nacimiento de Juan Bautista, y la Visitación de María a su Prima Isabel. Experiencias, personajes del adviento para nuestras vidas.
Ein Karen, el manantial del viñedo, situada entre las colinas boscosas en las afueras de Jerusalén.
María va a visitar a su prima Isabel. Aquí se ven las distancias y los caminos, por donde tuvo que ir María desde Nazaret. Con una fe incondicional, una confianza en Dios, una luz de esperanza y de “ocultarse” ante el misterio, María, visita, sirve, ayuda a su Prima Isabel y en ese encuentro se produce la “ alegría de Jesús y de Juan” que le hace a Isabel decir” Dichosa tú que has creído” y a María el canto de liberación del Magnificat. Lucas lo ha recogido este acontecimiento en el C.1., donde ve lee también la respuesta de Fe que pronuncia Zacarías, al amor y a la misericordia de Dios con su Familia y con su pueblo.
Me he preguntado, que se puede sentir cuando uno está en estos lugares? Iglesias, fuentes, posible casa de Isabel y Zacarías, el lugar del nacimiento de Juan Bautista?
Lo primero que se me vino a la mente y al corazón es descubrir que dos mujeres, llenas de fe, de saber esperar, recibir, vivir y dar todo lo que llevan dentro de ellas, es lo que produjo cambios en la humanidad. Si nosotros, como María, como Isabel, nos identificamos cada vez más con la actitud de Juan “ señalar a Jesús “ para que él crezca, y sea obra de Dios lo que hacemos, y con Jesús , seremos capaces de “ Dar la vida, la esperanza, el amor, la justicia, la Paz que ellos sembraron en la humanidad y que tanto necesita. Silencio, obediencia ante el misterio de amor, fe incondicional, confianza en la divina providencia… señales que nos llevarán a sembrar un mundo más respirable, humano, fraterno al estilo de Jesús, y de María. Tal vez, solo en ese “camino de actitudes y modelos” podremos exclamar “que el Señor hace maravillas en nosotros y con nosotros” y bendecir como Zacarías con ese canto tan profundo del “Benedictus”.
Qué ejemplo el de María; qué disponibilidad para ir a servir de una manera gratuita, desinteresada, sacrificada, pobre, humilde..y, yo qué Señor? Aprende, mira, contempla, guarda silencio y déjate llevar siempre en esa actitud de servir, darse,..Estar cerca de los necesitados.
No podía dejar pasar, la visita a la Iglesia dedicada a Juan Bautista. Ahí si se podía meditar el C.3 de Lucas, y sentir de cerca la voz del Bautista preparando el camino al Señor. Son muchos los montes, colinas, senderos tortuosos, desiertos, de mentiras, egoísmos, juicios, injusticias, violencias….que hay que ir sacando de nuestras vidas y de nuestro alrededor, si queremos contemplar el Misterio del amor de Dios en el “Emmanuel” el Dios con nosotros y así poder darlo a los demás.
Sino qué daremos? A nosotros mismos? Qué buscaremos? Crecer, aparentar, imponer, nuestros criterios? Seremos capaces de discernir juntos el camino que el Señor quiere para cada uno de nosotros?.
Hay que ponernos todos al nivel de la fraternidad, de la solidaridad, de la igualdad como imágenes de Dios, de la defensa de la vida, de la lucha por la justicia, de saber acompañar, estar y compartir la causa y la suerte de los empobrecidos si de verdad queremos, preparar el camino para que el Señor a quien decimos seguir, se haga presente y actuante en nuestras vidas.
Un abrazo Chema sds.