EL AMOR DE DIOS SE VIVE EN LOS OTROS..

Con la lámpara encendida.

Jesús se encuentra en Jerusalén, en el recinto del Templo. Allí se pasea. Vienen grupos a confrontarlo. Quieren saber quién es. El grupo de fariseos trae a un doctor de la Ley para que le pregunte qué es lo que de verdad importa en la vida. Estas disputas son planteadas a Jesús en calidad de “Maestro” (rabbí), En un contexto de muerte, en el templo, Jesús no se echa para atrás.

Jesús no pide el cumplimiento de una serie de mandamientos, sino que Dios sea amado con todo el corazón, con toda el alma y toda la mente. (corazón, alma y mente en el mundo bíblico quieren significar la totalidad de la persona). Shemá Israel (Lo aprendían desde niños). Dimensión personal: tu Dios. Sin amor a Dios, el cumplimiento de mandamientos y normas se vuelve inútil. «A la tarde te examinarán en el amor. Aprende a amar como Dios quiere ser amado, y deja tu condición» (San Juan de la Cruz). ¿Cómo podemos amar así? Porque Él nos amó primero (1Jn 4:19). Y “amor saca amor” (V 22,14). El amor, que es nuestra verdad, es el vínculo que nos une a unas personas con otras. Sin amor no somos humanos. Encontrar esto es la perla preciosa de la vida. “Que el Señor nos conceda este amor, que sabe lo mucho que nos conviene”(V 22,14). La respuesta de Jesús es amarás (verbo que hay que repetir, que es una forma de futuro, de vida. La vida es lo que tenemos por delante. No es posible permanecer en la historia con una ley del mínimo esfuerzo. Sólo se vive de verdad con todo el corazón, con toda la mente, con toda la vida.

SIN ESE AMOR ENTRE NOSOTROS NO SE DETENDRAN LAS GUERRAS Y TODO TIPO DE VIOLENCIAS. CON EL AMOR DE DIOS VIVIDO EN PLENITUD A PESAR Y CON NUESTRAS DEBILIDADES Y MISERIAS… LA PAZ ES POSIBLE. UN ABRAZO Y MI ORACION CHEMA SDS,


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