JPIC Promoción humana y social en la misión Salvatoriana de GUATEMALA
Les escribimos desde el hermoso país de Guatemala, ubicado en el corazón de América, al sur de México y bañado por el Caribe y el Pacífico, tierra de terremotos y volcanes… y de tanta pobreza!
Así como Guatemala es hermosa por sus paisajes y naturaleza exuberante, también se ve muy golpeada por la enorme desigualdad e injusticia social existente, a todos los niveles. Es un país donde sus habitantes, para sobrevivir, se ven sistemáticamente forzados a la emigración a los Estados Unidos de América con el sueño y la fiel promesa de ofrecer una mejor calidad de vida a sus familias, aunque algunas veces, para mayor desgracia, olvidan dicha promesa.
En este contexto, como familia Salvatoriana realizamos nuestro apostolado en una de las diócesis del país, la de San Marcos, fronteriza con México, en dos ámbitos totalmente distintos: la “costa marquense”, junto al mar y el “altiplano marquense”, al pie del volcán Tajumulco (4220 mt.). La comunidad de la Costa está compuesta por Emilio y Rodolfo (religiosos españoles) y Tito (candidato guatemalteco), y la del Altiplano por Santi (religioso español) y Mariángeles (laica española), a la espera de Roberto (religioso), proveniente de España.
A grandes rasgos, siguen a continuación los principales campos en los que, apoyados al 100% por nuestra ONG Amsala, desarrollamos nuestro trabajo social y de promoción humana, que nos pide describir brevemente la Comisión Internacional Salvatoriana JPIC.
– Proyecto de construcción de casas: orientado a familias en extrema necesidad, o a víctimas de los frecuentes terremotos que arruinan la región. Hasta el momento Amsala habrá subvencionado unas 200 casas.
– Construcción o renovación de escuelas en aldeas más alejadas o dañadas por los terremotos.
– Fortalecimiento de infraestructuras: Caminos empedrados, planchas para cocinas de leña, abastecimiento de agua potable y drenajes o desagües para cientos de familias, sobre todo en el altiplano.
– Apoyo a la constitución de cooperativas que les permita sacar una mayor rentabilidad a su trabajo y sus productos.
– Fondo de Emergencias, destinado a salir al paso de situaciones límite diarias, sobre todo en el campo de la salud (medicinas, médicos etc.).
– Becas de estudio para los niveles primario y básico, con el fin de eliminar el gran absentismo escolar por la necesidad de trabajar desde niños, o por la falta de recursos familiares. El año 2016, estamos apoyando aproximadamente 90 becas.
– Apoyo a niños o jóvenes minusválidos, en colaboración con un centro gratuito Los Angeles Gisell, dedicado a su recuperación. Las ayudas se destinan al trasporte que permita a estos niños llegar al centro todos los días.
– Atención a los niños desnutridos por medio del programa diocesano de Atención a la Primera Infancia, especialmente en el altiplano.
– Colaboración con el Programa de Salud diocesano, apoyando la creación o mantenimiento de pequeños dispensarios de primera atención.
– Formación de líderes, catequistas y animadores comunitarios, mediante cursos de fin de semana a lo largo de todo el año en los Centros de Formación de Champollap y San Pablo o Siloé, trabajo o apostolado principal encomendado por la diócesis a los salvatorianos.
– Formación escolar a través del IGER (Instituto guatemalteco de educación radiofónica), facilitando la escolarización a niños y jóvenes que tienen dificultad en asistir a clases diarias normales. Amsala apoyó con la construcción de un centro en el altiplano y actualmente apoya con maestros y con becas individuales.
– Formación básica en diversos campos como:
- la salud (programa preventivo diocesano), dirigido a las madres. Quincenal.
- técnicas agropecuarias (sobe todo producción y uso de abono orgánico),
- música y canto (formación a través de los numerosos coros y conjuntos musicales, de fuerte acento religioso, activos en las aldeas),
- grupos juveniles (formación de grupos que promuevan valores humanos y cristianos básicos)
– Acompañamiento a las aldeas apoyando su capacidad de organización comunitaria y autónoma, sobre todo como comunidad religiosa, pero también civil. Esta labor se desarrolla de manera continua en las 10 aldeas del altiplano encomendadas a los salvatorianos y en menor escala en algunas aldeas de la costa.
– Administración del parque de recreo “El Prado” y piscifactoría como centro de esparcimiento para una población con pocos recursos económicos.
– Construcción de un nuevo centro de Formación, de mayores proporciones, anexo a la casa salvatoriana de san Pablo, y que tendrá como fin, siguiendo el documento salvatoriano “formas y medios”, la formación integral a todos los niveles (catequética, pedagógica, matrimonial, juvenil, en la salud, psicológica, política, musical, etc.).
– Colaboración en el acompañamiento de cursos de crecimiento personal, de 10 días, a precio más módico, de manera que puedan acceder a ellos personas con menos posibilidades. 2 veces al año.
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Integrada en estas labores de promoción humana y social se da por supuesta la razón de ser de nuestro trabajo misionero que es el anuncio del evangelio, pero que no describimos con más detalle por no ser tema de esta presentación.
Baste con esta breve y rápida descripción para dar una idea aproximada de lo que es nuestra labor misionera en Guatemala, que intentamos que sea algo integral, puesto que la persona humana a que se dirige es básicamente un hijo/a de Dios integral en el que todo confluye para su crecimiento, liberación o salvación, tal como nos lo enseñó Jesús de Nazaret, hace ya dos mil años.
Solo nos queda expresar nuestro más profundo agradecimiento a los muchos bienhechores que desde Alemania y España, a través de Amsala, apoyan y sostienen económicamente todos estos proyectos y hacen posible esta promoción humana y social que hemos intentado describir.
Un fuerte abrazo de parte de la familia salvatoriana en Guatemala, que en Septiembre ya será completa (hermanos, hermanas y laicos)
Salvatorianos Guatemala, 19 Mayo 2016.