La verguenza del Premio nobel de la Paz

El jefe del Ejército más poderoso del mundo le concede la Academia sueca el Premio Nobel de la Paz. No está mal. Todavía no ha conseguido paz alguna pero al presidente norteamericano, Barack Obama, le han otorgado el Premio Nobel de la Paz
De hecho, el Gobierno israelí han dejado de confiar en él y ya piensan en el inevitable enfrentamiento armado con Irán. Es lo que pasa con los pacifistas: siempre acaban por provocar más muertes violentas. Por lo demás, el abortero Obama ha dedicado sus primeros meses de mandato a promocionar el aborto y la utilización de embriones humanos como cobayas de laboratorio. Es el genocidio de nuestro tiempo.
Afganistán no es precisamente una tierra de libertades y la política de la Casa Blanca respecto a Iberoamérica sólo tiene una alterativa: o cambia o habrá guerras en la región antes que después.
La retirada del escudo antimisiles no aporta mucho, porque los misiles siguen ahí con toda su función ofensiva. Pero no importa, los académicos se han apresurado a ofrecerle el galardón 10 meses después de haber cumplido su mandato.
Ahora sí, más que nunca, percibo en Obama las marcas del Anticristo -sea ése hombre, proceso, institución o doctrina-, una de cuyas notas distintivas es que llegará al poder máximo bajo la aureola de Príncipe de la Paz. Al parecer, el Nuevo Orden Mundial (NOM) está empeñado en acelerar el proceso.
Eulogio López
Leo asombrado y perplejo la eleccion de este » señor» Barac Obama.
De verdad que es una vetguenza lo que estamos ya viviendo. O sino vean lo que paso con Juan Pablo II. Un verdadadero Hombre de Paz, con obras y no con alabras engañosas…

Aparte de que debe ser la primera vez que un Premio Nobel se concede por palabras bonitas, en lugar de por hechos ciertos, no puedo dejar de recordar que, en múltiples ocasiones, pero especialmente en 2003, dicho premio le fue negado a Juan Pablo II, un verdadero “apóstol de la paz”.

En el año 2003, un auténtico clamor popular, incluyendo a miles de personalidades de todo el mundo, solicitó el Nobel de la Paz para el ya anciano y enfermo Papa. Coincidía la ocasión con el 25º aniversario de su Pontificado, a lo largo del cuál sus oraciones, trabajos y esfuerzos por la paz en el mundo, por una verdadera fraternidad universal entre todos los hombres, fueron inconmensurables. Muy recientemente se había opuesto con valentía al inicio de la guerra en Irak. Y lo hizo de modo clarísimo, apelando a la conciencia personal de Bush, y al juicio de Dios y de la historia.

Peeero… como es lógico, y de todos conocido, Juan Pablo II se oponía con firmeza a la política abortista y antinatalista del “Nuevo Orden Mundial” encabezado por la ONU, lo que le incapacitaba para recibir dicho galardón.

Mucho me temo que los “méritos” de Obama para recibir este premio van precisamente por ahí: por el apoyo, cuando no el liderazgo “planetario”, de estas políticas verdaderamente criminales, genocidas. Responderá de ellas, como tantos otros, ante su propia conciencia y, también, ante Dios y ante la historia. Y no creo que salga de esos juicios tan bien parado como Juan Pablo II, al que toda la humanidad le está y estará inmensamente agradecida y al que, sin duda, se le habrá otorgado una estancia amplia y alta, con muy buenas vistas, “en la casa del Padre”.
De Javier Echeverria.


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