El Venerable Francisco María de la Cruz Jordán
Queridos miembros de la Familia Salvatoriana,
Tengo la inmensa alegría y el privilegio de enviarles una maravillosa noticia. Hoy el Santo Padre, Benedicto XVI autorizó a la Congregación para las causas de los santos promulgar el decreto sobre la heroicidad de las virtudes de nuestro amado Fundador. Después de muchos años de su proceso de beatificación, la Iglesia anunció oficialmente que nuestro Fundador vivió una vida santa. Todo el proceso concluirá el día en que se publique el decreto sobre un milagro atribuido a la intercesión de nuestro Fundador. Ahora la Congregación para las causas de los santos estudiará el caso que nosotros hemos presentado, sobre una curación realizada mediante la intercesión de nuestro Fundador.
Estoy convencido de que estas noticias nos dan un gran gozo, nos animan y nos alegran. Hoy el Santo Padre también aprobó un milagro atribuido a la intercesión del Siervo de Dios, Juan Pablo II y su beatificación se hace realidad. Qué hermosa coincidencia!! Les invito y les pido de todo corazón que intensifiquen sus oraciones por la beatificación de nuestro Fundador que todos ustedes desean tanto.
es tan deseada por parte de todos ustedes.La promulgación de la heroicidad de las virtudes es una ocasión especial para que en sus comunidades agradezcan a Dios por esta gracia. Nosotros, como generalato, también organizaremos una celebración e invitaremos a esa celebración al Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las causas de los santos. Esta gran noticia es también para mí ocasión para agradecerles por sus oraciones y por propagar la veneración a nuestro Fundador. También agradezco a todos los que han trabajado en la oficina de la postulación tanto en el presente como en el pasado.
Somos hijos e hijas espirituales de nuestro venerable Fundador. Hoy fue reconocida por la Iglesia la heroicidad de sus virtudes. Es una gran noticia para todos(as) nosotros(as) pero también es un gran desafío de seguirle en su camino de santidad. Permítanme concluir con las palabras que nos dirigió: “Repito una vez más que ustedes deben ser santos porque es mi deber cuidar de que sean santos y porque los amo tanto y porque estoy dispuesto a morir por todos. Es pues mi más ardiente deseo que ustedes sean santos. Y si no han comenzado todavía, comiencen hoy mismo”!
Su hermano en nuestro Divino Salvador:
P. Andrew Urbański, SDS
Superior General