Testimonio de entrega » Dar la vida por los hermanos»

Guatemala, 25 de enero de 2012
Queridos amigos. Queridas amigas:

Les informamos sobre la pascua de Juan Luis Geonud, párroco de Jesús Nipalakin, Ciudad Quetzal.

El año pasado salió a su país, Francia, para someterse a un tratamiento de leucemia. Regresó el 29 de octubre recién pasado, para acompañar a sus comunidades queridas y a sus múltiples amistades en Guatemala.

Falleció ayer, 24 de enero, y hoy según sus deseos será enterrado en aldea Chillani. Estamos seguros de que ya descansa en los brazos infinitamente amorosos de
Dios Padre-Madre.

Compartimos con ustedes la carta que escribió al volver de Francia.

Amerindia-Guatemala
Voces del Tiempo, revista de religión y sociedad
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Ciudad Quetzal, Guatemala, 7 de noviembre.
Queridas amigas y amigos,
Estoy de regreso a Guatemala desde el lunes 24 de octubre en la noche. Problemas en la comunicación me impidieron darles noticias antes.
No me esperaba una tal bienvenida. 30 personas en el aeropuerto con pancartas, cantos, efusivos abrazos. Se me borró de un golpe todo el cansancio del viaje. Y la sorpresa al llegar a la casa: la calle llena de gente a pesar de la hora avanzada y la ola de frío. ¡Alegría colectiva! La expresión de una solidaridad hecha ternura de un pueblo. En seguida sentí por donde iba la cosa. Alguien dijo, no tuve necesidad de decirlo yo: “Juntos hemos vencido la muerte. ¿Qué no podemos hacer ahora juntos para cambiar la vida de nuestro pueblo?” Y todos gritando las palabras con las que terminaba los mensajes que les enviaba desde Francia: ¡Y LA LUCHA… SIGUE, SIGUE, SIGUE!
El miércoles era en el calendario maya el día consagrado a mi nawal Tijax (el nawal es el espíritu guía y protector de la vida de uno, que ayuda a definir la misión y a llevarla al servicio de la armonía del pueblo). Las comunidades indígenas prepararon una ceremonia alrededor del fuego donde se queman las ofrendas para agradecer a esta representación del Dios creador y formador que me acompaña toda la vida y se ha portado muy bien con nosotros. Por medio de él, me mandaron sus energías positivas durante estos 6 meses.
En la tarde del sábado, todas las comunidades se juntaron en un gimnasio para celebrar el reencuentro, contar el caminar de estos meses, con sus logros y sus problemas, levantar el desafío de defender la vida y ser “Pueblo cuidando del pueblo”. ¡Qué maravilloso regalo para quién quiere acompañar él de poder retomar juntos este compromiso! Saben que de mi parte me voy a reintegrar poco a poco y de una manera un poco distinta, ubicándome al lado de los que sufren no sólo por la enfermedad sino por la violencia y las injusticias,… y junto a las personas y organizaciones que luchan por un mundo donde puedan vivir todas y todos con dignidad. Y me di cuenta entonces que muchos estaban dispuestos a dar pasos en esta misma dirección. Si para mí los 6 meses han sido una gran escuela para enfrentar el mal, para ellos ha sido una gran escuela de la solidaridad. Y esto es el “milagro”!
Volví a tomar el camino de un hospital para una última quimioterapia que me inyectaron el viernes. Nuestro amigo médico Mauricio ha traducido los informes de los médicos de Francia para los de aquí que van a hacer el seguimiento y los controles. Y también él me acompaña en las visitas, un apoyo muy grande.
Le esperanza sigue a la orden del día. Aunque el domingo pasado fueron las elecciones. Los votantes no podían escoger sino entre el peor y el peor. Y salió el general como presidente. Pero algo se va esclareciendo: no son esos los que van a cambiar desde arriba la vida de nuestro pueblo, la fuerza tiene que brotar desde abajo. Y le estamos entrando.
Un abrazo fuerte y solidario,
Juan-Luis


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